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Para hablar del actual Santuario Nuestra Señora de Flores de Álora nos tenemos que remontar al año 1484, cuando se construyó una pequeña ermita de estilo mudéjar. Un modesto santuario que se podía ver bastante bien en la distancia debido a los llamativos colores que adornaban sus paredes, ubicada a unos dos kilómetros del casco urbano.
No fue hasta finales del siglo XVI que el Obispado de Málaga, gracias a las múltiples donaciones de los vecinos de Álora, edificaron el convento para la comunidad franciscana de Álora.
Durante casi dos siglos y medio la comunidad del monasterio facilitó estudios eclesiásticos a los hijos de las familias más desfavorecidas, así como ayuda al entorno rural cuando no tenían medios para acudir al pueblo.
Debemos agradecer también al convento franciscano la actual Feria Real de Álora, ya que su origen se remonta a su famosa fiesta “El jubileo de la Porníncula” o “Perdón de Asís”.
Con la llegada de la orden eclesiástica comenzaron a celebrarla cada 2 de agosto. Se contaba que ese día todos los que visitasen la iglesia desde sus primeros rayos del sol hasta su puesta, obtendrían el perdón de todos sus pecados.
Cada año atraía a nuevos peregrinos, que debido a su ubicación debían ir con caballos, borricos o mulos. Con el tiempo empezaron a aprovechar este encuentro para la compra-venta o intercambio de animales, como una feria de ganado.
El Santuario Nuestra Señora de Flores, en el año 1835 con la Desamortización de Mendizábal se expulsó a los frailes del Convento de Flores, y aunque posteriormente se hizo alguna reforma y se ocupó el convento como centro de estudios, hoy día sigue vacío.
Aunque el convento no se le da el uso que debería, la Iglesia de Flores sí que sigue siendo un punto de encuentro entre los perotes cada año. En septiembre se baja a la Virgen de Flores a la Iglesia de la Encarnación para su misa, y el siguiente domingo al 8 de septiembre (romería) se realiza el traslado de la patrona en carreta tirada por bueyes hacia el convento nuevamente.
Sin duda nos encontramos en un lugar que además de la apasionante historia que la acompaña, tiene unas vistas maravillosas de la Sierra de Abdalajís, El Torcal, Monta Hacho, etc, que os recomendamos visitar si tenéis ocasión.
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